El dolor lumbar crónico afecta a millones de personas y una de sus causas más frecuentes son las articulaciones facetarias, unas pequeñas bisagras que estabilizan la columna y permiten el movimiento. Cuando se degeneran o inflaman, generan lo que conocemos como dolor facetario.
¿Cómo reconocerlo?
El dolor facetario suele describirse como una molestia profunda, localizada en la parte baja de la espalda. Sus características más habituales son:
- Rigidez matutina que mejora al moverse.
- Dolor que aumenta al estar mucho rato de pie o al inclinarse hacia atrás.
- Puede irradiar hacia glúteos o muslos, pero rara vez pasa de la rodilla.
A menudo se confunde con hernia discal o ciática, por eso un buen diagnóstico es clave.
El valor del bloqueo diagnóstico
La única forma de confirmar que el origen del dolor son las facetas lumbares es con un bloqueo diagnóstico ecoguiado o con rayos X. Se inyecta un anestésico local en los nervios que transmiten el dolor.
- Si el dolor desaparece temporalmente, tenemos la confirmación de que el problema está en las facetas.
- Esta prueba es sencilla, segura y orienta la siguiente decisión terapéutica.
Opciones de tratamiento
Una vez confirmado el diagnóstico, existen varias alternativas:
- Medidas conservadoras: ejercicio específico de estabilización lumbar, fisioterapia, control del peso y hábitos posturales.
- Bloqueos terapéuticos: infiltración de anestésico y corticoide para reducir la inflamación y el dolor.
- Radiofrecuencia de ramas mediales: cuando el dolor es persistente, la radiofrecuencia (térmica o pulsada) consigue desactivar durante meses los nervios que transmiten la señal dolorosa.
- Escalera terapéutica: en casos más resistentes, se pueden valorar técnicas avanzadas dentro de una unidad del dolor especializada.
Recuperar la calidad de vida
El dolor facetario no tiene por qué convertirse en una condena. Un diagnóstico preciso y un plan individualizado permiten recuperar movilidad y bienestar sin recurrir a cirugías mayores.
En UDO Valencia acompañamos a cada paciente en este proceso con un abordaje personalizado, combinando experiencia clínica y técnicas mínimamente invasivas.