Hablar de actividad asistencial no es hablar solo de números. En una unidad dedicada al tratamiento del dolor y a la anestesiología, cada consulta, cada técnica y cada procedimiento forman parte de un proceso clínico que requiere valoración, seguimiento, coordinación y toma de decisiones compartida.
A lo largo de 2025, el equipo de UDO ha desarrollado su actividad en distintos centros sanitarios, atendiendo a pacientes con necesidades muy diversas y trabajando de forma coordinada con otros profesionales y servicios. Los datos que se recogen a continuación corresponden a la actividad agregada del conjunto de centros en los que el equipo desarrolla su práctica clínica.
Consultas de dolor: evaluación, seguimiento y continuidad asistencial
La consulta de dolor es, en muchos casos, el punto de partida del abordaje terapéutico. No se trata de un acto aislado, sino de un espacio clínico en el que se evalúa al paciente de forma integral, se revisa su historia, se valoran tratamientos previos y se define una estrategia individualizada.
Durante 2025, UDO ha realizado 3.348 consultas de dolor. Estas consultas incluyen primeras valoraciones, revisiones y seguimiento de pacientes con dolor agudo y crónico, y permiten ajustar tratamientos farmacológicos, valorar la indicación de técnicas intervencionistas y coordinar el manejo con otros especialistas cuando es necesario.
La continuidad asistencial es clave en este ámbito. El dolor, especialmente el crónico, requiere un seguimiento cercano y decisiones basadas en la evolución clínica real del paciente, no únicamente en protocolos cerrados.
Técnicas intervencionistas: indicación adecuada y seguridad del paciente
Las técnicas intervencionistas forman parte del arsenal terapéutico en el tratamiento del dolor, pero su indicación debe ser siempre cuidadosa y basada en criterios clínicos claros. No todas las personas con dolor son candidatas a una técnica intervencionista, y no todas las técnicas son adecuadas para todos los cuadros clínicos.
A lo largo de 2025, el equipo de UDO ha realizado 1.589 técnicas intervencionistas para el tratamiento del dolor. Estas técnicas se indican tras una valoración individualizada, teniendo en cuenta el diagnóstico, la respuesta a tratamientos previos y el balance beneficio-riesgo en cada caso.
La experiencia del equipo y la correcta selección de pacientes son factores fundamentales para garantizar la seguridad y la eficacia de estos procedimientos. La técnica, por sí sola, no es el objetivo; lo es el alivio del dolor y la mejora funcional del paciente dentro de un plan terapéutico global.
Anestesia: un trabajo esencial más allá del quirófano
La anestesiología es una especialidad transversal que acompaña al paciente en momentos clave de su proceso asistencial. Gran parte de este trabajo es poco visible, pero resulta fundamental para la seguridad y el buen desarrollo de procedimientos quirúrgicos y diagnósticos.
En 2025, UDO ha anestesiado a 4.685 pacientes, lo que refleja una intensa actividad en distintos entornos quirúrgicos. Cada acto anestésico implica una preparación previa, una monitorización intraoperatoria y un seguimiento posterior, adaptados a las características de cada paciente y procedimiento.
Valoración preanestésica: anticiparse para cuidar mejor
Uno de los pilares de la anestesia segura es la valoración preanestésica. Este proceso permite identificar riesgos, optimizar el estado clínico del paciente y planificar la técnica anestésica más adecuada.
Durante 2025 se han realizado 4.061 valoraciones preanestésicas en consulta. Estas valoraciones no solo reducen complicaciones, sino que también mejoran la información al paciente y favorecen una toma de decisiones compartida, especialmente en personas con comorbilidades o tratamientos complejos.
Sedaciones fuera de quirófano
La actividad anestésica no se limita al quirófano. Cada vez es más frecuente la necesidad de sedación en procedimientos diagnósticos como endoscopias, donde el confort y la seguridad del paciente son prioritarios.
En este ámbito, UDO ha llevado a cabo 1.029 sedaciones para endoscopias a lo largo de 2025. Este tipo de procedimientos requiere experiencia específica, coordinación con otros servicios y una adecuada selección y monitorización del paciente.
Trabajo en red: centros, profesionales y coordinación asistencial
Los datos de actividad de UDO reflejan un trabajo desarrollado en red, en colaboración con distintos centros sanitarios y profesionales. La práctica clínica diaria exige una coordinación constante con equipos quirúrgicos, servicios diagnósticos y otros especialistas, con un objetivo común: ofrecer una atención segura y de calidad al paciente.
Esta forma de trabajo permite adaptar los circuitos asistenciales a las necesidades de cada entorno y garantizar una continuidad en la atención, independientemente del centro en el que se desarrolle la actividad.
Una práctica clínica basada en la experiencia y el cuidado del paciente
Las cifras de actividad asistencial de 2025 no pretenden ser un ejercicio de exhibición, sino una forma de mostrar la dimensión real del trabajo clínico que se desarrolla día a día. Detrás de cada número hay personas, decisiones clínicas y equipos trabajando de forma coordinada.
La experiencia acumulada, el enfoque individualizado y el compromiso con la seguridad del paciente son elementos centrales en la práctica de UDO. Estos datos reflejan una manera de entender la medicina basada en la evidencia, el rigor y la atención cercana a las personas que confían en el equipo.


