Neuroestimulación, tratamiento puntero para aliviar el dolor crónico

Hay casos en los que un dolor crónico puede ser muy persistente. Cuando ni fármacos ni cirugía ni bloqueos nerviosos han funcionado, todavía queda una técnica para aliviar el dolor: la neuroestimulación. Un neuroestimulador es un dispositivo electrónico que se implanta de forma subcutánea en la zona epidural del paciente. Los impulsos eléctricos que se transmiten a través de electrodos impiden que el estímulo doloroso llegue al cerebro del enfermo.

El doctor Moncef Belaouchi, cofundador de UDO, asistió el pasado mes de diciembre al congreso ‘Clinical & Basic Science for the Managment of the Cronic Pain Patient. Neurostimulation – Course XIV’, organizado por Fundolor, donde se daban cita los más reconocidos especialistas en estimulación medular, como José de Andrés, Bengt Linderoth, Sam Eldabe, Didier Bouhassira o Steven Falowski.

Neuroestimulación en Valencia

Según el doctor Belaouchi, “es uno de los cursos más prestigiosos en neuroestimulación y es necesario asistir para estar actualizado en una tecnología que avanza a pasos agigantados”. Los neuroestimuladores han supuesto “un antes y un después” en la calidad de vida de los pacientes con dolor crónico y UDO Valencia, como unidad del dolor puntera en España, “quiere estar a la vanguardia de este tratamiento”, explica.

“La neuroestimulación se emplea en pacientes que no han mejorado tras pasar por cirugía raquídea o someterse a técnicas invasivas para dolor lumbar. En estos casos implantamos este tipo de electrodos, que mandan un impulso eléctrico que inhibe el estímulo doloroso. Suele funcionar muy bien en dolor lumbar y para las radiculopatías (rampas) de extremidades inferiores. También está muy indicado en el síndrome de dolor regional complejo. Es una técnica mínimamente invasiva que no requiere de cirugía abierta”, señala el cofundador de UDO Valencia.

Neurestimulación: una vida más placentera

Los neuroestimuladores no eliminan la fuente de dolor ni curan la enfermedad pero ayudan a tener una vida más placentera. Además, los dispositivos cada vez son más pequeños y funcionales. En los últimos modelos ya se puede ajustar la intensidad y programar con un mando.

Antes de implantar el neuroestimulador, en UDO Valencia realizamos una evaluación física. Una vez superada, se lleva a cabo una prueba temporal de neuroestimulación con un dispositivo externo para determinar el potencial de mejora. A continuación implantamos el neuroestimulador interno mediante una intervención quirúrgica muy sencilla. El dispositivo no se nota ni hace ruido. Si la prueba es positiva, la mejora de una persona con dolor crónico puede ser muy importante.